Cuando existe un dolor intenso posterior a la extracción de un diente es una señal de alerta, y es un motivo para visitar de nuevo al especialista.
Este dolor intenso se conoce como alveolitis dental un efecto secundario del procedimiento de extracción y un padecimiento muy frecuente, en especial cuando se trata de una muela del juicio o de cualquier molar.
Tabla de contenidos
¿Por qué ocurre?
La alveolitis ocurre cuando el coágulo sanguíneo que hay en el lugar de la extracción dental no se desarrolla, se desplaza o se disuelve antes de que la herida haya cicatrizado.
Luego de la intervención es normal que se forme un coágulo sanguíneo en el lugar de la extracción dental. Este coágulo sanguíneo funciona primero como capa protectora sobre el hueso que está debajo y segundo sobre las terminaciones nerviosas de la cavidad dental ahora vacía y tercero proporciona la base para el crecimiento de un hueso nuevo y para el desarrollo de tejido blando sobre el coágulo.
La desprotección del hueso y los nervios provocan ese dolor intenso, no solo en el sitio de la extracción sino también a lo largo de los nervios que se extienden hacia el costado del rostro. La encina se inflama y puede llenarse de restos de alimentos, lo cual puede contribuir a que se produzca el dolor. Esta incomodidad puede aparecer de uno a tres días después de la extracción del diente.
Es muy frecuente que ocurra en la extracción de los terceros molares (las muelas de juicio).
¿Por qué ocurre la Alveolitis? y ¿Cuáles son los síntomas?
La exposición del hueso y los nervios ocultos provocan un dolor intenso, no únicamente en la cavidad sino también a lo largo de los nervios que se extienden hacia los laterales del rostro, generando un malestar general.
La cavidad que quedó tras la extracción se inflama y puede llenarse de resto de alimentos, lo cual en muchas ocasiones puede contribuir a que se produzca el dolor.
En caso de que comiences a padecer alveolitis seca, el dolor comienza entre uno a tres días después de la extracción de la pieza dental.
Los síntomas que puede traer la alveolitis están:
- Dolor intenso unos días después de la extracción de la pieza dental.
- Mal aliento u olor desagradable proveniente de la boca.
- Dolor molesto que se extiende a los oídos, el cuello o la cabeza, del mismo lado del rostro en donde tenemos la extracción.
- Sabor desagradable en la boca.
- Hueso visible en la cavidad.
- Pérdida del coágulo sanguíneo (se puede notar como una cavidad de aspecto vacío con la ausencia del coágulo)
¿Cuáles son las causas de la alveolitis seca?
Entre las causas podemos enumerar dos:
- Algún golpe en el lugar de la cirugía tras una extracción.
- Infección bacteriana del alvéolo.
- Alguna condición especial del paciente.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
- Los cigarrillos están compuestos por muchas sustancias químicas que pueden retrasar o impedir la cicatrización normal y además contaminan el espacio que ha quedado tras la extracción. La acción de aspirar el humo de un cigarrillo puede fácilmente desplazar o mover el coágulo de sangre alterando la cicatrización.
- Algunas infecciones recientes o actuales alrededor del diente extraído pueden aumentar el riesgo de padecer alveolitis seca.
- Mal higiene o malos hábitos de limpieza. Por ello, recomendamos mantener una limpieza profunda y bien realizada.
- Los anticonceptivos están compuestos por estrógenos y los altos niveles de estrógenos pueden alterar los procesos normales de cicatrización, lo cual aumenta el riesgo de contraer esta enfermedad.
Recomendaciones para prevenir la alveolitis seca
- Consulta con tu especialista sobre si existe alguna contraindicación con los medicamentos o suplementos que estés tomando, ya que muchas veces estos pueden influir en la coagulación.
- Si puedes intentar dejar de fumar antes de la extracción, ya que posteriormente se te aconsejaría que no fumes durante algunos días.
- Seguir el protocolo de limpieza recomendado por tu especialista.
- Si el dolor no disminuye con analgésicos consultar con tu odontólogo.
¿Cuál es el tratamiento para la alveolitis seca?
- Colocar compresas de frío tras la extracción, lo cual ayudará a tu recuperación y compresas calientes para disminuir la molestia, el dolor y la inflamación que pudieras tener.
- Ingiere mucha agua y evita todo tipo de bebidas alcohólicas, muy calientes, refrescos o con cafeína. No utilices pajitas para esto.
- Para los primeros días ten una dieta líquida y posteriormente podrás consumir todo tipo de alimentos aunque es conveniente que por unos días evites masticar del lado de la extracción.
- Tras la cirugía puedes hacerte enjuagues bucales y cepillarse la boca muy suavemente, siempre procurando evitar el lugar de la extracción. Posteriormente, podrás hacer gárgaras con agua salada y tibia varias veces durante una semana y progresivamente ir adquiriendo más campo de limpieza con el cepillo.
- En caso de ser necesario tu dentista te recetará algún medicamento o analgésico que pueda ayudarte.
Si este dolor no disminuye mediante la toma del analgésico recetado por tu dentista, entonces deberás acudir nuevamente a consulta, ya que no es normal que eso ocurra.
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